Ana relata:
Hace fresco a las ocho de la mañana, giro la esquina de la Avenida Angelo Catelani, dejo atrás la biblioteca y ¡mira, cuánta gente en bicicleta! Ya estoy casi en el Conservatorio. ¡Cómo me gusta esta ciudad!
Hoy después de comer voy a ir con Susanna al Museo y después he quedado con los nuevos amigos que conocí..., ¡será un gran día!
Y sí, fuimos al museo, con los amigos paseamos todos los parques, y el día terminó con unos buenísimos macarroni hechos por Michele.
Este día entero lo pasé con la gente maravillosa que ha formado parte de esta aventura: con mis compañeros, los profesores, y con Susanna, Michele, Margherita, Filippo, Giovanni y todas esas personas que ahora forman parte de mi vida gracias a la música y que me regalaron éste y tantos días inolvidables.
¡Ah! ¿Y he dicho que me encanta esta ciudad?
El comentario de Natxo es:
Para mí todos los días han sido geniales. Destacaría la visita a Venezzia, conocer esas calles estrechas y los canales tiene mucho encanto.
También destacaría la visita al Teatro Fenice..., no tengo palabras. Sin duda todo en sí una magnífica experiencia.
La acogida de las familias ha sido fenomenal, y compartir vivencias musicales en otro ambiente me ha enriquecido muchísimo en lo emocional y profesional.
Resumiendo: fue una experiencia increíble.
Àngela escribe:
Mi mejor día en Módena, aunque pueda parecer un poco irónico, fue el último. La responsabilidad que sentí a la hora del concierto final, donde teníamos que demostrar la asimilación de todos los nuevos consejos de los grandes profesores que nos ayudaron, nos hizo sentir como auténticos profesionales.
Cada actividad fue especial, llena de muchísimas anécdotas y con una compañía inmejorable.
È stato un piacere, grazie mille!
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